“¡Que le corten la cabeza!”: La guillotina

Carlos B. R.
5 min readSep 11, 2020

«Los ministros de la Santa Guillotina estaban vestidos y dispuestos. Se oyó un chasquido y en el acto una mano empuñó una cabeza que mostró al público; las tejedoras de calcetas apenas levantaron los ojos y se limitaron a exclamar a coro: “¡Una!”».

Esta escena de la novela Historia de dos ciudades, de Charles Dickens, es la misma que predomina en el imaginario colectivo sobre ese instrumento de pena capital por antonomasia: la guillotina.

Al escuchar su nombre, no es difícil imaginar un desfile interminable de cabezas que se van apilando en una canasta, mientras un grupo de señoras tejen despreocupadas frente a tan sanguinario espectáculo. Aunque este artilugio se convirtió en emblema de la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII, su origen es aún más antiguo.

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Carlos B. R.

25 años de editor en @megustaleermex @SEP_mx @readersdigest @algarabia Como al señor K: ‘Me cuesta una fatiga enorme preparar mi próximo error’. Doy talleres.